Un equipo internacional de investigadores ha sorprendido al mundo científico al desarrollar microrobots del tamaño de una mota de polvo capaces de eliminar infecciones de los senos nasales sin necesidad de antibióticos sistémicos. En ensayos realizados en animales —cerdos y conejos— estos diminutos robots, impulsados por magnetismo y activados con impulso de luz, lograron erradicar bacterias y residuos de pus sin dañar los tejidos circundantes.
¿Cómo funcionan?
Inserción y guiado magnético: Se introducen a través de las fosas nasales mediante un catéter, y su posición se controla con campos magnéticos, lo que permite dirigirlos con gran precisión hacia el sitio de la infección.
Activación con luz y calor: Una fibra óptica introduce luz que calienta los microrobots y desencadena dos procesos combinados:
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- Disuelven el pus que bloquea la infección.
- Liberan especies reactivas de oxígeno que destruyen las bacterias.
- Expulsión natural: Al terminar el tratamiento, los microrobots son expulsados por la nariz, evitando cirugía y medicamentos orales.
Este enfoque innovador fue publicado en la revista Science Robotics. En los ensayos, los robots eliminaron infecciones en senos nasales de animales sin causar daño alguno, sentando las bases para expandir su uso a infecciones en vejiga o intestino con hasta 10 años para aplicación clínica.
Ventajas y potencial
Terapia localizada y sin antibióticos: Enfoca el tratamiento directamente en el foco de la infección, reduciendo la necesidad de antibióticos orales y evitando la resistencia bacteriana.
Precisión sin invasión: La combinación de magnetismo y luz permite minimizar daños colaterales en tejidos sanos.
Versatilidad terapéutica: Aunque inicialmente probados en senos nasales, su diseño podría adaptarse para tratar infecciones en órganos internos.
Retos a resolver
- Seguridad y control total: Todavía hay incertidumbre sobre la eliminación completa de los microrobots, un paso crucial para evitar complicaciones a largo plazo.
- Aceptación pública: La idea de implantar robots dentro del cuerpo puede generar desconfianza o temores conspirativos, según algunos expertos.
- Regulación y fabricación: El proceso debe cumplir normativas médicas globales y, al tratarse de tecnología micro/nano, necesitará una producción altamente especializada.
Opinión de la comunidad científica
El profesor Sylvain Martel (Universidad de Montreal) compara el sistema con un “cohete dirigido por campos magnéticos”, y predice que podría estar en uso clínico dentro de 3 a 10 años . Mientras tanto, la doctora Andrea Soltoggio (Loughborough) subraya su potencial como tratamiento localizado sin intervención biológica, aunque advierte que la percepción pública podría frenar su adopción.
Este avance es parte de una tendencia creciente en micro- y nanorobótica médica que propone tratamientos más efectivos, seguros y menos invasivos: desde datos prometedores en implantes, medicamentos dirigidos, hasta terapias anticancerígenas específicas. El concepto representa un salto cualitativo hacia la medicina personalizada, donde el actor no es solo la molécula, sino el robot controlado con precisión quirúrgica.
En unos años podríamos ver clínicas dotadas de tecnología robótica capaz de tratar infecciones de vejiga, intestino o pulmones mediante dispositivos minúsculos guiados magnéticamente y activados con láser, generando calor o emulsificando tejidos patológicos en tiempo real. Este método promete tratamientos eficaces, con menos efectos secundarios y una nueva forma de tratar infecciones que actualmente requieren fármacos de amplio espectro o cirugías invasivas.